miércoles, 27 de abril de 2016

Perder partido - ganar jugadores

Muchas veces cuando hablas de que no es tan importante ganar o perder, te suelen interpretar como que crees que vas a perder y te justificas con antelación ante la derrota. Lo cierto es que me sigue costando transmitir el concepto de utilizar el partido como una parte mas en el proceso de aprendizaje. 

Me gustaría recalcar esta idea, de ir mas alla de la victoria o la derrota, e intentar transmitirla desde la perspectiva del entrenador y como el partido puede aportar en el desarrollo del jugador. 

Hablaba Jose Luis Alderete (@jlalderete)  en twitter de la "observación activa" como asignatura pendiente de los entrenadores. Hablamos de observar, mirar con atención para comprender. Y hacer participe al jugador de esa observación. Sin ordenes, por favor. 

Empieza el partido, y el rival nos esta metiendo mas puntos de los que nosotros metemos. Te preguntas por qué. Esa seria la primera pregunta. 

Pongamos un ejemplo. El rival esta jugando a partir del 1c1 de manera activa y fluida. Tratan de romper con su 1c1 y sino, sueltan el balón, jugadores en movimiento y con la consigna de atacar el aro. ¿Te has dado cuenta? 

A partir de ahí, ¿qué haces? Si tus jugadores están desbordados, probablemente pidas un tiempo muerto. Y ahí, ¿qué dices? Planteas el problema, preguntas a tus jugadores, les das la solución, le echas la bronca porque se les están yendo en el 1c1, les das herramientas para solucionar el problema, etc. 

Me imagino que lo que hagas en ese tiempo muerto tiene que tener relación directa en tu filosofía de cómo quieres construir jugadores. La mía es CONSTRUIR JUGADORES INTELIGENTES EN EQUIPOS COMPETITIVOS. En ese tiempo muerto, le pregunto al equipo entero cual es la situación, como sienten, qué esta pasando. Probablemente no me de para mas, hablamos de un minuto. ¿Resultado? Un tiempo muerto tan solo para ponerle cara al problema. Ni herramientas para solucionarlo, ni soluciones. 

Para mi, en este primer paso, algunos jugadores ya tienen una respuesta o solución al problema. Seguro. A lo mejor la comparten con sus companeros o la tratan de aplicar. Probablemente el problema siga existiendo y nos sigan metiendo puntos por ahí. 

¿Cuál es mi objetivo? Jugadores inteligentes. 

Según se va desarrollando el partido, les voy metiendo inputs a los chicos, sin necesidad de tiempos muertos, aprovechando balones muertos. ¿Por qué se te ha ido? ¿Por qué se le ha ido a tu compi? ¿Qué habéis hecho los demás para evitarlo? Preguntas. 

Por cierto, si no eres muy afortunado, tendrás que aguantar ciertos comentarios y gritos desde la grada, o indicaciones contrarias a lo que pretendes. Resumidamente: ordenes a los jugadores. 

No quiero decirles lo que tienen que hacer. Quiero llevarles a través del problema, para que ellos encuentren soluciones. 

Sigue evolucionando el partido. Nos siguen haciendo canastas en contra debido al mismo problema. 

Venga, pido un tiempo muerto, ultimo cuarto. " Hey, y si creamos una telaraña alrededor de la linea de triple. Dejamos circular el balón, y nos centramos mas en el balón que en mi defensor. Cuando le llegue la bola a quien defiendes, antes ya tienes que estar defendiendo. Ademas, el resto, manos y piernas muy activas". 

Ok, ya les he dicho lo que tienen que hacer. Han pasado 25 minutos desde que empezamos a descubrir el problema. Hemos ido dando pautas, herramientas y por ultimo, hemos proporcionado nuestra solución. Mejora la defensa, pero es tarde. 

Pierdes el partido. Ganas jugadores. Les enseñas a pensar por si mismos. Les ayudas a que aprendan.  

No queda ahí todo. En el siguiente entrenamiento al partido, preguntas. La experiencia sin reflexión no nos es util para desarrollar jugadores inteligentes. 

Probablemente, en el próximo partido seamos capaces de reconocer la situación y ponerle remedio en poco tiempo. Probablemente sean ellos quien lo hagan y no necesiten de tu intervención, o es en dos partidos o en tres. Porque no les mola perder en el campo. Seguro. 


martes, 26 de abril de 2016

Lo importante no es el ejercicio

Un mismo ejercicio. Por ejemplo, este:


 

A partir de ahí, variantes:

- Para el que tira a canasta:

1. Para a la altura del triple, para arrancar de nuevo con un cambio de ritmo. 
2. Variación en el tipo de entrada.
3. Variación en el tipo de tiro o de cambio de dirección. 
4. Puede recibir el pase para realizar un "alley hoop".

- Para los que reciben desde las esquinas:

1. Cambiarse de lado para tirar.
2. Tras la recepción, atacar por distintos sitios.
3. Que se bloqueen en un indirecto.
4. Que cuando salgan del indirecto, lo hagan corriendo de espaldas y al recibir, ataquen el aro o tiren.

Variantes del ejercicio:

1. Los pasadores se pueden poner en 45 grados para trabajar situaciones de poste bajo. Los que reciben, trabajar diferentes tipos de movimientos. 

2. Los que hacen el 3c0, trabajar la recepción del balón en carrera con una sola mano (mejoramos la velocidad en carrera y evitamos la violación de pasos). 

3. Trabajo del tiro en distintas posiciones. 

4. Se puede centrar la atención en el pase, ya que hay multitud de pases en este ejercicio, dándole importancia al pase y menos a otros detalles técnicos. 

5. Centrarse en los pies de los jugadores. Cambiar las trayectorias, hacer trayectorias raras (ir hacia atrás), jugar con los pies en el aire. 

6. Se puede utilizar para trabajar la condición física, ya que es un ejercicio continuo, muy útil especialmente para inicio de temporada o vueltas de vacaciones donde los jugadores llegan algo "oxidados". 

El entrenador se puede poner en varios sitios para observar el ejercicio, pero a mi me gusta debajo de un aro, ya que veo los movimientos de todos los jugadores. Las correcciones son sin parar el ejercicio, y puedo dar alguna indicación o preguntar algo particularmente a un jugador cuando ejecuta la acción en el aro donde estoy. 

domingo, 24 de abril de 2016

Jugar v 0.1

El otro día leí un artículo muy interesante titulado, "JUGAR".

Corto pero interesante. Hace referencia a la experiencia de los jugadores, y el impacto de esa experiencia en los partidos. Terminaba con una reflexión abierta interesante para trabajar en la cantera(que no en categorías de formación-pues todo el mundo se forma-):

"¿Entrenamos estos factores u otros que creemos que pueden ayudar a “saber jugar” tanto como después creemos que influye esto en el juego? ¿cómo lo hacemos? "

¿Cómo se consigue la experiencia? Jugando. Partido tras partido. 

¿Y qué solemos buscar en los partidos la mayoría de los entrenadores? Pues lo que estoy habituado a ver es que el entrenador, en general, busca la VICTORIA. Y yo también. Pero muchos buscan la victoria limitando a determinados jugadores la posibilidad de adquirir experiencia. Lo que viene siendo, "juego con 7". 

Creo profundamente en el concepto de "los 12 talentos". Es decir, que todos y cada uno de mis jugadores tienen algo que aportar. Y como quiero ser coherente, les tengo que proporcionar a todos ese espacio en la pista, en los partidos. 

Y entonces, los que tengan más habilidades para esto del baloncesto, pues nos proporcionarán más puntos, o robos, o rebotes, etc., y el que tenga menos habilidades, también nos proporcionará puntos, robos o rebotes, pero en menor cantidad. 

Y para ambos, esos minutos habrán supuesto esa EXPERIENCIA que se comentaba en el artículo enlazado. Y al terminar cada partido, serán mejores jugadores y los 12 se sentirán, fin de semana tras fin de semana, participes de la derrota o la victoria.

 Mi aportación a estas preguntas:

¿Entrenamos estos factores u otros que creemos que pueden ayudar a “saber jugar” tanto como después creemos que influye esto en el juego? ¿cómo lo hacemos?"

es la siguiente:

Aprovecha el partido para que tus jugadores trabajen la EXPERIENCIA. Y que sea una experiencia reflexiva, donde, a través de las preguntas del entrenador, aprendan un poquito cada partido a "saber jugar". 






lunes, 18 de abril de 2016

Padres que ni escuchan, ni miran, ni piensan más allá

Habitualmente siempre que hablamos de baloncesto en edades de entre 8 y 18 años, tenemos la tendencia de ver a los padres como enemigos, o pretendemos dejarlos a un lado y evitar todo contacto con ellos. Hace poco escribimos un artículo que decía Padres ¿por qué no? donde expresabamos nuestro punto de vista para integrar a los padres en el equipo.
Forman parte del juego, aunque hoy nos queremos centrar en esa minoría de padres que que:
- Piensan que su hijo es mejor que otro.
- Anotan los puntos que mete su hijo en partido.
- Les dan órdenes durante el partido del tipo: "pasa, tira, entra, defiende, cuidado, pero qué haces, etc., "
- El entrenador y sus decisiones de los ejercicios que hace en el entreno, los cambios que efectúa en el partido o los tiempos muertos que pide, son tema habitual de conversación en el coche a la vuelta de un entreno o un partido.
- Piensan que si el equipo no gana, entonces el club se equivoca, el entrenador no es bueno
- Piensa que los árbitros siempre están en contra de su hijo.
- Piensan que "si no cambian las cosas y empezamos a ganar, me voy con el niño a otro club".
Podría poner algún ejemplo más sobre la conducta, actitud o comportamiento de este tipo de padres/madres, pero creo que todos tenemos en mente el tipo de persona al que me refiero y del que vamos a hablar.

Por lo general, todos los carteles en los pabellones del tipo "juega con respeto", videos como este Decálogo para padres, mandamientos deportivos, escritos sobre valores en el deporte, etc., suelen ser leídos por aquellos padres que sienten la responsabilidad de apoyar a sus hijos en una práctica deportiva para que les proporcione enseñanzas, tanto en la pista, como en su vida personal. Padres cuya pretensión es que sus hijos jueguen mejor cada día al baloncesto, aprendan a competir, salgan a ganar al campo, pero siempre, utilizando un determinado camino conocido por todos.

Y luego están los "otros padres" que ni leen, ni ven, ni escuchan. Con ellos no va la película. Pero hacen ruido, calumnian, protestan, se quejan y, con perdón de la expresión, "no paran de dar por saco día tras día".

La primera reacción es ver qué se puede hacer para solucionar el problema que plantean (porque siempre plantean un problema), hablar, reflexionar sobre lo que uno no está haciendo bien con el/la jugadora, etc., pero mi primera idea de este artículo es: "hagas lo que hagas, da igual...les importa un pepino. No saben escuchar, tienen su idea propia y siempre van a criticar destructivamente".

Desde este prisma, las actitudes tolerantes, dialogantes, empáticas, integradoras, etc., no suelen funcionar con ellos. Tienen que ser el primer paso, evidentemente, pues es la forma de ser de las buenas personas, pero sabiendo que no tendrán resultado en la mayoría de las ocasiones (y si lo tienen, bienvenido sea). A partir de aquí, segunda idea, "no cambies tu forma de trabajar por ellos, confía en ti y se consciente de todos aquellos que sí creen en lo que estás haciendo".

El mensaje no es que no cambies tu forma de trabajar, el buen entrenador tiene su base, y siempre está dispuesto a revisar ideas, conceptos, procedimientos, etc., pero no lo hagas por las quejas de este tipo de gente.

Tercera idea, "eres quien eres, y no pretendas ser quienes otros quieren que seas". Aunque parezca un trabalenguas, si lo lees despacio se entenderá el mensaje. Tienes una forma de ser que se debe reflejar en la pista. Se tú mismo. Te irá mucho mejor, con tus virtudes y tus defectos. No pretendas ser quien no eres, y menos quien otros quieren que seas.

Transigir es consentir. Cuarta idea, "nunca hables sólo a solas con ellos, siempre busca aliados". Si te piden hablar para comentar cosas sobre sus hijos, si no te gustan determinadas actitudes en los partidos o entrenos, del tipo, "yo dirijo a mi hija", "protesto lo que y como me da la gana al árbitro", con total educación y respecto, hazlo saber. Pero hay que ser inteligente. No vayas solo, busca aliados, que esté presente el DT, alguien de la junta directiva, porque lo que suele pasar es que tus palabras las confundirán, las malinterpretarán (intencionada o no intencionadamente), pongan en boca tuya frases que no has dicho, sino interpretaciones suyas. Así que, no vayas nunca solo con este tipo de personas, pues parte de su "negocio" se basa en; "es que tu dijiste" y prentenderán que entres en la guerra de "no lo que yo quería decir...", etc. Ya sabes que de lo que piensas decir a lo que dices, a lo que oyen y lo que interprentan, con este tipo de gente, hay una gran diferencia del principio (lo que piensas decir) al final (lo que interpretan).

Quinta idea, "ahí está la puerta". Si el trabajo está razonado, y, tanto el DT como junta directiva, están en la misma línea que tú (que en condiciones normales es así), y tras dar los "primeros pasos de buenas personas" que antes mencionabamos (reuniones, etc.), el mensaje para ellos es claro. De esta línea no nos movemos, es, por así decirlo, filosofía. Y en ella creemos y tenemos nuestros argumentos y razones. Si no te gusta.....

Sexta y última idea, "dale la vuelta a a tortilla, y trata el tema con humor". Echa un vistazo a este video, mola la idea que transmite: Dale la vuelta a la tortilla. Que este tipo de padres no suponga un problema. Aprovecha el conflicto para aprender, para mejorar como entrenador, en tu comunicación, a potenciar las relaciones del club, etc., una piedra en el camino no es un obstáculo, es una oportunidad. Y no te olvides de tratar el tema con humor, ten perspectiva.

Y cuando tengas que elegir jugadores la próxima temporada, no vendría mal una entrevista con los padres....

sábado, 9 de abril de 2016

Lo natural que no debe ser eliminado

Hay cosas que son muy naturales. Que una niña de 9 años quiera el balón siempre es algo natural que no deberíamos eliminar. 

Si yo pongo un carro lleno de balones y vienen 12 niñas hacia él, muy probablemente, en menos de 10 segundos, todos los balones estén fuera del carro y ellas jugando con ellos. 

Así que primera idea clara. Quieren el balón. O como me decía un día una benjamín, "necesito un balón". 

Y esto me ha dado que pensar, pero no en cosas de ataque, sino en defensa. Hablamos de los primeros momentos en los que una jugadora se inicia en el baloncesto. Pienso en defensa, y pienso en "querer el balón". 

Normalmente les inculcamos la idea de la responsabilidad individual. No me canso de oír en los campos esta frase de "¡¡cada una con la suya!!"", u otra frase mítica de "pistolas, pistolas" (que significa un ojo al balón y otro a quien defiendes). 

Pero me pongo a pensar en niñas de 7-8 años y me digo, "¿y si no le inculcáramos eso? ¿y si dejáramos que su obsesión natural por el balón se manifestara en la defensa?". 

Me refiero a una sola tarea defensiva, "si lo que queréis es el balón, quitárselo al rival". Y ya está. 

Y empezar a desarrollar nuestra filosofía defensiva a través de un hecho natural de la jugadora. Y construir desde ahí. 

Evidentemente, al principio, se generarán situaciones de 3c1 o 4c1 o incluso 5c1. Y si el rival sale de esa, probablemente haya jugadoras que se queden solas debajo del aro. Bueno, ¿y qué? Lo siguiente es ver cómo se organizan ellas cuando tú les des la idea de
"¿queréis que os metan canasta? ¿cómo lo podéis impedir?" - y puede haber otras preguntas más inteligentes que estas, seguro....

Yo creo que a partir de ahí, ellas, se empezarían a organizarse (ellas se organizarían a través de una pregunta tuya), pero siempre con la misma idea en la cabeza, "quitarle el balón al rival". Y probablemente, no haya que enseñarlas nada de "si pasa el balón cerca, tócalo", pues sería algo natural, " o no haría falta entrenar o pensar en que es necesario trabajar las ayudas (de las palabras que menos me gustan en el baloncesto).

Y quizás apenas tengamos que hablar del rebote, en ambos aros, o del balance defensivo, etc., porque en todas estas situaciones está implícito el hecho natural de la jugadora de querer el balón. 

Y entonces venimos los entrenadores con nuestras historias de "pistolas" o "cada una a la suya" o "para cerrar el rebote primero hay que...." o "el balance defensivo se organiza de la siguiente manera, primero tú cargas el rebote, luego tú...". 

Creo que si esta iniciativa natural de "necesitar el balón" se trabajara adecuadamente, nos podríamos ahorrar muchísimo tiempo y ciertos hábitos estarían arraigados en el juego de las niñas. 

domingo, 3 de abril de 2016

El rival como compañera de viaje

Esta semana hice un pequeño experimento en los entrenamientos. 

El miércoles jugué contra la generación un año más pequeña que mis jugadoras, y el viernes contra la generación inmediatamente mayor. 

Llevamos todo el año trabajando la visión y la idea de generar juego también desde el lado contrario del balón. 

Y decidí comprobar cuánta importancia tenía el nivel de oposición en mis jugadoras con respecto a la capacidad de concentración y atención para jugar lo que quisiéramos jugar. 

En el partido contra 2001conseguimos jugar siempre como queríamos jugar. Dominábamos al juego  - no quiero decir que domináramos al rival -, sino que hacíamos lo que nos proponíamos hacer. Y las situaciones de ventajas claras se multiplicaban, y fuimos capaces de compartir el balón. 

En el partido contra 1999-98 también conseguimos jugar como queríamos jugar. Esa fue la primera gran noticia. También dominamos al juego. Y aparecían las ventajas y compartíamos el balón. 

La gran diferencia consistió en que contra las 2001 fuimos degradando el juego cada vez más. Y con "degradando" me refiero a: ser impaciente para tomar el bloqueo, no mirar antes de iniciar las trayectorias de desplazamiento, no ser explosivas, no jugar con los engaños, etc. Pero resulta, que a pesar de esa degradación del juego éramos capaces de convertir nuestras ventajas en canastas. 

Contra 99-98 el tema cambió. Si no prestábamos atención a los detalles del juego antes mencionados, lo que le pasaban a nuestras opciones de ventajas eran dos cosas: la primera, que no se produjera esa ventaja, la segunda, que si se producía, el tiempo de ejecución era netamente inferior a si me defendiera una 2001. 

A partir de ahí, varias conclusiones, que por ser obvias no dejan de ser interesantes:
  • El trabajo de la velocidad gestual es muy importante.
  • Los detalles de los fundamentos son los que marcan la diferencia.
  • Si trabajas bien el fundamento de la visión, el nivel de oposición del rival pierde importancia a la hora de que ejecutes lo que te propones (otra cuestión es el éxito de la acción).
  • Si trabajas mentalmente a tus jugadoras adecuadamente, el nivel de oposición mayor te beneficia. 
  • Los objetivos de rendimiento satisfacen mucho más que los objetivos de resultado.